creemos que el cielo o el infierno nos esperan después de que dejemos este mundo pero no es así.
el cielo y el infierno depende de las decisiones que tomamos y de como decidimos afrontar la realidad que se nos presenta. Una misma situación vista por dos personas diferentes puede ser un suplicio o una bendición.
quizá no podamos influir en lo que la vida nos da pero si podemos influir en lo que damos a la vida. Nosotros cocreamos nuestra realidad con nuestra actitud y la de otros con nuestras acciones.
podemos elegir vivir el cielo en la Tierra.
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