Entrando en mi camarote, oigo un ruido en un rincón...
¿pero que...?
Algo cruza como una flecha de lado a lado de la habitación y se esconde debajo de la mesa. Me acerco despacio sin hacer ruido y le veo... ¡un polizón a bordo!.
El me ve y esconde sus bigotes detras de la pata de la mesa, se asoma timidamente y me mira con curiosidad. De repente se lanza con mucho valor hacia mí, se para en seco cerca de mis pies y empieza a husmear. Yo le acerco la mano y empieza a lamerla.
Me parece que tengo un nuevo tripulante a bordo...
¡¡eeehhh, deja mis plantas!!
1 comentario:
odio el spam, había puesto la posibilidad de que me escribiera el que quisiera en anonimo pa criticarme agusto sin miedo a replesalias o a una respuesta...
si esto sigue así tendré que quitarlo
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